viernes, 11 de junio de 2010

COMIENZA LA EMOCION DEL FUTBOL


El 15 de mayo del 2004 quedará marcado para la historia del continente africano como el día de la justicia, luego de haberse decretado el sistema de rotación de las sedes Sudáfrica superó en una ajustada votación 14 a 10 a Marruecos para así al continente africano su primera copa mundial, la vigésimo sexta para la FIFA.
Con una inversión sin precedentes de 2300 millones de dólares Sudáfrica trató de prepararse de la mejor manera para albergar una copa del mundo, que pese a que tiene estadios de primer nivel encabezado por la espectacularidad del Soccer City, no tendrá la brillantez de la cita pasada en Alemania, la cual dejó la vara muy alta en cuanto a la organización.
A Sudáfrica se le podrá perdonar todo, desde el retraso en las obras las huelgas de los trabajadores, taxistas y demás involucrados en la logística, debido a que presentará al mundo un nuevo rostro, dejando atrás los años de racismo y Apartheid para presentase al mundo como el país que albergó el mundial de las figuras millonarias.
Poco se puede esperar de las selecciones africanas al menos en esta edición, sin embargo estrellas de la talla de Lionel Messi, Cristiano Ronaldo, Kaká, Cesc Fábregas, Diego Milito, Carlos Tévez, Wayne Rooney, Diego Forlán y compañía (sin contar a los lesionado Didier Drogba, Michael Ballack, Rio Ferdinand) llenarán de emoción y millones de dólares los campos de fútbol del país africano.
Como es costumbre Brasil sale como principal favorita para anexar su sexto título, aunque Argentina con todo y las dudas sobre Maradona pareciera tener el equipo para sacarse la pava de 24 sin levantar la copa, España y su "Drem Team" apunta al "ahora o nunca", sin contar con una Italia que defenderá corona a capa y espada.
Pasarán muchas lunas para que África vuelva a ser capaz de organizar un mundial, Egipto, Túnez, Libia y Marruecos lo han intentado en varias oportunidades sin éxito, pero al menos en los próximos 30 días los graderíos del continente negro se llenarán de alegría color y sabor, en lo que se ha llamado la Copa Mundial de los millones, los jugadores vedette y de las lesiones.

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